Los cumpleaños de Chicho eran especiales… porque él (ese día) era el protagonista de verdad. O sea, que cuando era otro el que cumplía años, Chicho terminaba acaparando las miradas, los sentidos y las risas del personal. Parecía que era él el del aniversario. También ocurría lo mismo en las bodas, y en los bautizos. Sonaban locomotoras, perros, trompetas, silbatos ¡era Chicho Sound Machine!

Sus compañeros, los Veteranos del Canoe Rugby Club, pusieron en diciembre de 2020 en marcha una convocatoria que lleva camino de convertirse una costumbre

2020. 61 años. Bar Martín. Avda. Menéndez Pelayo, 17. Madrid

El cumpleaños de Chicho de 2020 fue especial. Chicho cumplía 61 años, pero ya hacía (casi) seis meses que nos había dejado.

Los Veteranos del Canoe se reunieron, como en otras tantas ocasiones, en Casa Martín (Avda. Menéndez Pelayo, 17) en la linde del Parque del Retiro.

Veteranos del Canoe con la camiseta 8 de Chicho, temporada 2020-2021
Los veteranos del Canoe, Whopper y Alex, entregan al propietario del Bar Casa Martín la 8 de Chicho
Diego Whooper Blasco, Juanjo -hermano de Chicho- y Alex Bañón

Los veteranos del Canoe hicieron entrega de la camiseta, que habría sudado Chicho esta temporada, al propietario del Martín de cuyas paredes cuelga actualmente.

2019. 60 años. Taberna Barullo. C/ Ibiza, 48. Madrid.

Viernes, 18 de diciembre de 2019, la misma noche que el Barcelona y el Real Madrid se enfrentaban sin marcar ningún gol. En la Taberna Barullo (Ibiza, 48. Madrid) trabajaba Chicho, como cualquiert otro día, el mismo día que cumplía 60 años.

Foto de familia de los participantes en el 60 cumpleaños de Chicho.

Pero sus amigos del rugby le habían preparado una fiesta sorpresa. Hablaron con Alfredo Cuevas, su jefe. Y se presentaron en el Barullo. Cuevas le regaló el día libre. Ademas, por su cuenta y también por sorpresas, se unió a la fiesta su hermano Juanjo «Sesenta años, son sesenta años. Son otra cosa. Tenía que venir y estar aquí este día.», le dijo.

La artista Mercedes Ferrer, vecina de Barullo y vieja conocida de Chicho, se acercó a felicitarle.

Como otras veces, Chicho volvió a darle la fiesta a la concurrencia. Con Chicho, todos volvían a ser el niño que aguardaba, descansando, en alguna parte de sus enormes cuerpos.

¿Chicho modo Hommer Simpson?

Sus amigos, así, se convertían en su público y él oficiaba, de manera incansable y agradecida, de maestro de ceremonias.

La élite del rugby nacional se reunió en la Barullo ese día
El balón que recibió como regalo
Ante su público más agradecido: sus amigos veteranos del CRC Canoe